sábado, 12 de octubre de 2013

MIRADOR DE LA VUELTA EL CERRO "EL BALCÓN NATURAL DE CIUDAD VICTORIA"

Enclavado en el cerro El Caracol, allí está El Mirador de la Vuelta El Cerro, un balcón natural desde donde propios y extraños llegan para divisar y disfrutar del espectacular paisaje que ofrece.
El Mirador, está ubicado a tres kilómetros de Ciudad Victoria y aunque es el único que se encuentra en la carretera que conecta nuestro municipio con Sensuntepeque, se ha convertido sin duda alguna en un atractivo para los nativos y los visitantes.Reclinados en el balcón natural, los turistas pueden sentir la brisa que les canta al oído y apreciar los paisajes, donde el verde se mezcla con el azul, el café y el gris que tapizan el suelo de nuestro privilegiado municipio, situado entre montañas formadas por caprichos de la naturaleza.
El Mirador de la Vuelta El Cerro, para quienes gustan salir de la rutina, es una alternativa para pasarla bien, el clima que ofrece sobre todo en horas nocturnas es incomparable. Allí convergen diversos grupos de amigos para departir, y al ritmo de la música que ellos prefieren escuchar desde sus vehículos o grabadoras portátiles, se la terminan pasando bien.
Claro, nunca falta un par de bebidas al gusto de cada quien y por supuesto las comidas rápidas y las boquitas, son también la compañía de los amantes del paisaje y el ambiente ecológico. El mirador es una buena opción, y claro; es una obligada parada para observar y deleitar los ojos con tapices sembrados de árboles y el imponente valle geográfico de los departamentos de Cabañas, San Vicente, Cuscatlán, Chalatenango y mucho más al fondo el volcán de San Salvador.
Toda la majestuosidad se puede divisar desde esta ventana natural la cual se podría promocionar aún más con un poco de más creatividad e iniciativa de nuestras autoridades locales.


jueves, 10 de octubre de 2013

LA MITICA PIEDRA BRUJA

Érase las postrimerías del siglo XIX e inicios del siglo XX, época en que comienza a gestarse la leyenda de La Piedra Bruja. Allí está enclavada en la cima del cerro del mismo nombre, el lugar perfecto donde los duendes juguetean por la noche y los malos espíritus envuelven la geografía del mítico Cerro El Brujo.
No es que en la piedra se hayan realizado actos de buena fe, por lo contrario; en este lugar un considerado grupo de personas de Ciudad Victoria llegaron para pactar con el Diablo y vender su alma con el fin de hacer su estancia terrenal diferente a los demás.
Con los pactos y ofrendas lo que lograron fue conseguir riqueza y poder, básicamente llegaban a regalar sus almas o la de sus seres queridos a Satanás, vaya decisión tomada.
La Piedra Bruja, no es que haya estado rodeada de hadas que con sus sortilegios, misterios y encantamientos llenaron el alma de sus visitantes como en los cuentos que siempre tiene un final feliz.
En Ciudad Victoria, los adultos mayores cuentan que quienes pactaron con el diablo, de la noche a la mañana se hicieron de una inmensa fortuna, en los patios de su casa y en terrenos baldíos iban a desenterrar vasijas con dinero.
Encontraban miles de “bambas”, estas eran monedas de plata de un colón, con ese dinero maldito llegaron adquirir grandes propiedades que hoy en día están en manos de las últimas generaciones.
Pero más allá de la entrega a Satanás a cambio de riqueza y poder, también están las aterrorizantes historias de personas que llegaron hasta La Piedra Bruja para entrar en contacto con el diablo y hacer brujería a personas a quienes consideraban sus enemigos.
Pero además los rituales estaban orientados a obtener poderes extraordinarios que les permitiera cambiar de apariencia en cualquier momento de su existencia, cuentan nuestros adultos mayores con más de 80 años de vida, que habían personas que producto de su pacto tenían la capacidad de convertirse en diversos tipos de animales.
Vaya historia de La Piedra Bruja, todo un patrimonio de nuestro municipio, visitada no muy frecuentemente, pero quienes lo hacen, llevan en su mente la única intensión de pasarla bien y buscar un lugar propicio para respirar aire puro a una altura de mil 200 metros sobre el nivel del mar.
Sin duda alguna El Cerro Brujo es un lugar espectacular, desde ahí se divisa uno de los paisajes más hermosos de Ciudad Victoria y todas las montañas y cerros que rodean el municipio.
Desde El Brujo se pueden ver en el firmamento aquellas figuras caprichosas que nos hace volar nuestra imaginación, contemplando incluso cómo se oculta el sol entre celajes.

lunes, 2 de septiembre de 2013

SOY DE CABAÑAS



Soy de Cabañas, es una canción escrita por el licenciado Ramiro Velasco, catedrático de la Universidad de El Salvador que por años ha trabajado por el desarrollo de nuestro departamento. La melodía resume lo maravilloso que es nuestro Cabañas: “Es mi tierra, es mi departamento, los cerros y los ríos se encuentran por doquier, el aire es más fresco, es más azul el cielo, será porque su gente es más linda también”, dice la excelente canción. Soy de Cabañas, lo llevo aquí en el alma y aquí en mi corazón, pedacito de patria de mi lindo El Salvador. Esta es la inspiración de don Ramiro Velasco. Para todos nuestros amigos y amigas que visitan esta página de Ciudad Victoria, aquí está este recorrido por Cabañas, como un homenaje para nuestra linda y emprendedora gente.

sábado, 31 de agosto de 2013

CERRO DEL BARRIO SAN ANTONIO: "MITOLOGÍA DE CAMARONES Y DUENDES"

Siempre tuve la intensión de escribir la leyenda del cerro del barrio San Antonio, basada en dos mitologías: la del duende enamorado y el camarón de oro.
Antes de continuar quiero expresar que los humanos tendemos a creer todo aquello que vemos en una actitud, yo diría mental lo cual nos aleja de aquella posibilidad de pensar que puede haber otro tipo de vida paralela a la nuestra y que jamás aceptaríamos porque somos demasiado egoístas hasta cierto punto.
Desde pequeño me contaron la historia de la hija de don León Ayala, no se quien es y de seguro usted tampoco pueda recordarlo porque en esa época no existíamos, a no ser por las narraciones de nuestros abuelos quienes manifiestan que allá por los años 1930 y 1940 del cerro San Antonio salía un personaje de 2.5 centímetros y carente de inteligencia y conciencia, pero muy enamorado y celoso.
Todos coincidieron que ese personaje era el duende quien se había enamorado de una joven, hija de don León a quien todas las noches visitaba y acosaba sin reparo alguno.
Todos en la familia estaban desesperados porque ya no soportaban la presencia del diminuto personaje que dejaba su casa construida en los troncos de los árboles del cerro.
Los Ayala, en su afán de deshacerse de el duende buscaron todas las formas de alejarlo, y descubrieron que la única salida era que la joven se consiguiera un novio en Victoria. Con ese noviazgo lograron expulsar al duende quien no pudo contener sus celos y optó por alejarse, desde entonces nunca más se volvió hablar del tema, las leyenda hablan de que se mantienen en plano físico por unos 500 años y que siempre deciden volver, pero que rara vez lo hacen antes de los 500 años.
Ahora bien, la segunda historia trazada es la del famoso camarón de oro que según algunas personas vive en los mantos acuíferos del cerro, hay quienes aseguran que vieron brillar el camarón en “El Cirín”, un árbol de unos 10 metros de altura y muy frondoso que estaba al pie del cerro y donde actualmente hay una cantarera que abastece de agua a los vecinos del Barrio San Antonio.
Cuentan que hay épocas del año en las cuales el cerro comienza a retumbar y que es producto de la presencia del camarón de oro que habita el cerro del barrio San Antonio.